PREGUNTAS FRECUENTES:

• Acceso a equipos modernos: Permite utilizar la última tecnología y equipamiento sin necesidad de comprarlo, lo que puede ser especialmente útil en sectores donde la innovación es constante.
  
  
• Flexibilidad: Los contratos de leasing operativo/renting son adaptables rápidamente a las necesidades cambiantes del negocio.
  
  
• Gastos predecibles: Las cuotas mensuales son fijas, lo que facilita la planificación financiera y evita sorpresas en costos.
  
  
• Servicios incluidos: El mantenimiento, seguro, servicio técnico y demás servicios inherentes al uso del bien están incluidos, reduciendo la carga de gestión y costos imprevistos.
  
  
• Ahorro de capital: Al no tener que realizar una inversión inicial significativa, se optimiza el flujo de caja ya que no se libera capital que se puede destinar a otras áreas del negocio. Las cuotas de leasing operativo/renting se consideran gastos operativos y son deducibles de impuestos, lo que puede mejorar la situación fiscal de la empresa.
  
  
• Sin riesgo de depreciación: Al no ser propietario del activo, la empresa no asume el riesgo de depreciación del mismo.
  
  
• Simplificación administrativa: La gestión de activos es más sencilla, ya que no hay que preocuparse por la compra, la venta o la depreciación.
  
  
• Opción de actualización: Al finalizar el contrato, es fácil optar por un nuevo equipo o modelo, lo que permite estar siempre al día con las últimas innovaciones.
  
  
• Flexibilidad de uso: Se puede elegir el tipo y la cantidad de activos que se necesitan según las demandas del negocio.

Según las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), “Un arrendamiento se clasificará como financiero cuando transfiera sustancialmente todos los riesgos y ventajas inherentes a la propiedad. Un arrendamiento se clasificará como operativo si no transfiere sustancialmente todos los riesgos y ventajas inherentes a la propiedad.”  Así mismo, se puede decir que el leasing operativo/renting es más flexible y no se considera deuda, mientras que el leasing financiero puede implicar la compra del activo y se debe contabilizar como deuda.

Los plazos pueden variar, pero típicamente están a 12 meses con posibilidad de ampliación hasta 60 meses, dependiendo del tipo de activo.

Generalmente se requiere información financiera de la empresa y documentación legal.

Una vez se cuenta con la información de los bienes a arrendar y con la documentación del cliente, entra a un proceso de análisis cuantitativo y cualitativo el cual aprobará o modificará las condiciones solicitadas por el cliente. Una vez aprobado el arrendamiento, se procede con la elaboración y firma del contrato para dar inicio a la prestación del servicio.

La cuota se determina en función del costo del activo, los servicios incluidos, el plazo del leasing, el valor residual y otros factores como el uso del bien.

El valor residual lo determina el arrendador desde el momento de la propuesta de leasing operativo, la cual puede influir en el monto de las cuotas ya que refleja el nivel de riesgo asumido por el arrendador al final del período de arrendamiento.

Al final del leasing, la empresa debe devolver el activo y puede tener la opción de renovarlo o firmar un nuevo contrato. También se puede negociar la venta del bien a un precio razonable y competitivo de acuerdo a los intereses del arrendador del bien.

Sí, muchas veces es posible negociar términos como las cuotas, el plazo y los servicios incluidos.

Se puede utilizar para financiar vehículos, maquinaria, equipos de tecnología entre otros bienes mobiliarios.

Los pagos se consideran gastos operativos y se contabilizan únicamente en el Estado de Resultados / Estado de Pérdidas y Ganancias y no se capitalizan en el Balance General, lo que puede mejorar algunos indicadores financieros.

Generalmente incluyen los impuestos de introducción o matricula, seguros, GPS, mantenimientos preventivos y correctivos, administración de los bienes, capacitaciones y otros servicios que sean inherentes al uso del bien. Todo esto va diseñado de acuerdo a las necesidades y expectativas del usuario de los bienes.  

Al evitar una gran inversión inicial, el leasing operativo puede mejorar la liquidez y liberar capital para otras inversiones. Así mismo, no afecta indicadores de endeudamiento al no contabilizarse como una deuda. Así mismo en el Estado de Resultados / Estado de Pérdidas y Ganancias se incrementa el gasto operativo reduciendo utilidades y, por ende, generando un escudo fiscal sobre dicho valor.

Depende de la situación financiera y las necesidades de cada empresa; es ideal para aquellas que prefieren no invertir en activos ya sea para concentrar su flujo en el “core” del negocio o para mejorar los ratios financieros.

Sí, en muchos casos se pueden agrupar varios activos en un único contrato siempre y cuando compartan la misma naturaleza de servicio.

Dado que no se contabiliza como deuda, el leasing operativo/renting generalmente no afecta negativamente la calificación crediticia.

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